Si son como yo… tienen sus despensas llenas de cantidades de hierbas, condimentos, ramitas y cualquier cantidad de plantas y elementos que son comestibles, naturales y sobre todo, muy aromáticos. Y algo que disfruto mucho es de las infusiones y tés. Por ende, la Flor de Jamaica es una de esas “ramitas” que nunca faltan en mi cocina.
Hace unos días, una seguidora me pregunta por el uso de esta flor en mermeladas… mi reacción instantánea fue: “What?… Cómo?!!… Cuando?!!!… DONDEEE??!!!”… Pero luego de analizarlo por un par de minutos y recurrir al siempre útil “resuelve-dudas” Google, me di cuenta del aaaamplio mundo que aún queda por descubrir… y es que siempre les digo: “No se limiten, si lo imaginan, pueden hacerlo…” Pero es grato descubrir que siempre hay nuevos límites por explorar…
Y ya sin más, me voy con la receta… Está riquísima y es bastante sencilla de preparar.
Receta de Mermelada de Flor de Jamaica

- 100 gr Flores de Jamaica
- 200 gr Manzana rallada (con cáscara)
- 300 gr Azúcar
- 750 gr Agua
- 10 gr Limón (Opcional)
Es una receta muy sencilla, primero, debes lavar las Flores de Jamaica, hay que sacarles la tierra o el polvo que puedan tener pero no hay que enjuagarlas mucho para evitar que pierdan su sustancia. Luego, colócalas en la olla con 500 gr de agua (medio litro), déjalas hidratar mientras preparas los otros ingredientes, de 20 a 30 minutos. Pasado este tiempo, agregamos los demás ingredientes.
Para esta receta, usé 200 gr de manzana rallada con cáscara, sólo retiré el corazón y las semillas (la manzana tiene un alto contenido de pectina natural, sobre todo en su cáscara). El uso de la manzana en esta receta, a demás de aportar la pectina natural necesaria para que resulte una mermelada espesa, también es servir como vehículo del sabor de la Flor de Jamaica. Usé 300 gr de azúcar, puedes usar más o menos según tu gusto, con esta cantidad, da como resultado una mermelada con un toque ácido y se percibe muy bien el sabor de la Flor de Jamaica y por último, incorporé el limón, es una pizca nada más que ayuda a realzar el sabor de la flor y ayuda a activar un tono rojo más intenso.
Mezcla todos los ingredientes y llévalo a fuego medio, removiendo con frecuencia para evitar que se pueda quemar. Cuando tenga unos 30 minutos hirviendo, retíralo del fuego y tritura con la ayuda de una licuadora (así lo hice y resulta un poco complicado), con una licuadora de mano o con un procesador de alimentos son las mejores opciones. Qué tan triturado depende de tu gusto, por ser una flor, se podría pensar que resulta fibrosa en extremo, pero quedé agradablemente sorprendida al notar que los trozos de flor o tallo que quedaron mas enteros son muy suaves y agradables de conseguir cuando los comes.
Cuando haya sido procesada, llévala de nuevo al fuego por 20 minutos más, o hasta que al remover, te haga resistencia. En este punto, yo agregué 250 gr más de agua (una taza) porque sentía que estaba muy seca y aún le faltaba cocción.
Pasado este tiempo, se retira del fuego y procede a envasar. Con estas cantidades, llené tres botellas (en la foto falta una), pero en total fueron unos 700 gr de mermelada.
Si lo envasan al vacío, pueden almacenar esta deliciosa mermelada por varios meses.
Espero se animen a prepararla y nos vemos en una próxima receta…